Pink Death
The Leslie-Lohman Museum of Art, Nueva York, EE.UU.
con Jorge Sánchez
Curaduría: Kevin Q. Ewing
En la Alemania nazi una pequeña pieza de tela rosada con forma de triángulo invertido identificaba a los homosexuales, bisexuales y mujeres transgenero en los campos de concentración. Décadas más tarde, durante la pandemia del VIH/SIDA en los años 80 en los Estados Unidos, el triángulo rosa fue reapropiado en posición vertical como símbolo de resistencia y solidaridad, en un momento en el que las personas que vivían con VIH/SIDA fueron tratadas con indiferencia criminal por parte de las instituciones tanto en los Estados Unidos como alrededor del mundo.
Pink Death nace de las experiencias de un amigo íntimo, Jorge Sánchez, quien ha estado viviendo con VIH desde marzo del 2018. A su vez, refiere a la situación de vulnerabilidad, que sufren las comunidades BIPOC en Estados Unidos y el Caribe. Siendo este sector de la población el más impactado por razones que nada tienen que ver con la cultura o la conducta sexual, como usualmente se suele argumentar. Esta realidad va ligada a la estigmatización, el racismo, la pobreza, la criminalización del cuerpo con VIH/SIDA y a la carencia de acceso a un adecuado sistema de salud. Así como a la falta de respuestas gubernamentales efectivas que permitan la propagación de enfermedades en comunidades que simplemente no tienen los recursos para prevenirla.
Un hilo teñido con sangre de un amigo íntimo diagnosticado con VIH en el 2018, dibuja un triángulo invertido que me retiene contra la pared a la altura del cuello, y que crea un reducido espacio al que pueden ingresar las personas individualmente.
Agradecimientos especiales a Stamatina Gregory e Isabel Valli